martes, 25 de noviembre de 2008

Dejándome soltar

Refregándo mis ojos
en búsqueda de aquello que quiero
con puños sin fuerza
rasgados y por demás tensos,
Quizás pueda caminar dentro de mí
y finalmente poder ver

Olvidar si respiro y aún más si pienso
y mis bostezos,
los tuyos, y tus besos
Pues no hay nadie
y no hay un cielo
y todo es púrpura
o todo es negro

O tal vez intente sujetarme al fin,
de las muecas de una esperanza más
cayendo inmóvil y cansino
Y que el último Sol me acompañe
soltándose de mi alma y todos mis dedos

Aunque en el patio trasero de mis ojos;
Allí donde queda el mal olor de la cruda realidad
Allí donde he arrojado todo aquello que miré sin ver
todo aquello que solté, antes que sujetar;
Allí quizás, mis ideas y mis sueños
sean las rosas mas rojas
y no las que sé, nunca nadie dejará

Y si en mi lecho
sueños no son quienes reposan
quizás viva en cada tormenta
y sea un rayo
O ría cuando matan, cuando odian
cuando abrazan sin memoria
Y sea graznidos
o caiga en lluvias
para molestar y que otro cumpla mis sueños

Al final sea polvo o sea un latido
nada tendrá el menor sentido
nada será más importante,
y si no soy, mas allá de quien sea
Nada nacerá en más letras
que en las que reza
en papel de carta un amante

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merci beaucoup á la mystique de la musique

merci