jueves, 22 de noviembre de 2007

Ver, oler, tocar, escuchar, degustar

Sin recaer en una posición inductivista ingenua,
o un empirismo extremista, es realmente impresionante
el valor cognoscible que la percepción nos permite
asignarle a la prolífera obra de la naturaleza.
Dejando de lado y abstrayendonos del carácter racional
o bien irracional de las construcciones y estructuraciones
humanas, es imposible despojar a cualquier analisis, del
factor sensorial.
Desde siempre, recurriendo al Mythos,
recurriendo a explicaciones filosoficas racionales y empiricas,
o aun no buscando cosmogonicas respuestas, fueron siempre
los sentidos los mediadores entre nosotros y lo que llamamos realidad,
vida, razon, verdad, existencia.
Trazando una analogia con el aparato educativo del sistema,
el cual paradojicamente nos permite a fin de cuentas cuestionar
el propio sistema, de la misma forma creo que la percepción
sensorial es nuestra herramienta primitiva y basica, y es mediante ella
que alcanzamos un nivel dialectico respecto al entorno y a nosotros mismos
suficiente como para cuestionar la confianza en estos
mismos sentidos como instrumento.

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merci beaucoup á la mystique de la musique

merci