sábado, 22 de diciembre de 2007

Al borde de la habitación



Ya habia entrado
la puerta me habia capturado
Llegue por sus misteriosos sonidos
pues despertaron mis dudas y debilidades

Aun sin haber odiado mi actitud curiosa,
aun sin sustos de oscura habitación
Aun ya dentro no entendia porque estaba alli
No comprendia a quien esperaba...

Desde un rincon me miraban
Podia sentir el peso de esos salvajes ojos

no era cualquier ser,
Era la muerte misma en persona

Sus grandes y arrugadas manos me tomaron
solo la rendición se dejaba ver
Pero fue en la inseguridad de su mirada,
fue allí que vi la salida de la oscura habitación

Al fin la muerte no es quien nos tienta,
sino nuestras propias ganas de vivir
La inefable pena de aquella habitación se esfuma
siempre que no desafiemos nuestros umbrales

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merci beaucoup á la mystique de la musique

merci